El jefe de Gobierno porteño fue entrevistado en TN. Se mostró como como candidato, aunque evitó confirmarlo. Sus referencias a Macri y Mieli. Su "plan integral": un combo de ataques a los trabajadores.
Mientras mucho se habla de la interna del Frente de Todos, sumido en su crisis de Gobierno y sus dificultosas perspectivas hacia las elecciones de 2023, lo cierto es que también está más que movido el escenario de la oposición de derecha. Con el "factor Milei" sacudiendo el tablero y las internas de Juntos por el Cambio sin definirse, los debates y cruces son casi diarios entre los que se postulan para la presidencia.
Uno de ellos es, sin duda, Horacio Rodríguez Larreta, que se mueve todos los días en pos de su campaña presidencial, aunque se niega a confirmar su candidatura. Serio, adusto, se lo ve recorrer los canales de televisión con cara de preocupación. La excesiva cantidad de candidatos de derecha le está impidiendo hoy ser el candidato "natural" para enfrentar al peronismo.
En este marco, ayer estuvo en los estudios de TN, donde lució incómodo, intentando evitar definiciones. No solo de su candidatura, sino también de sus alianzas. Preguntado por Macri, negó que el ex presidente esté poniendo piedras en su camino. “Con Macri hablamos, tuvimos un almuerzo la semana pasada”, insistió y volvió a decir que las candidaturas en Juntos por el Cambio se definirán, en última instancia, en una competencia interna en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Sobre Milei, Larreta dijo que “ tiene todo el derecho de participar en la política argentina. Es un político más”, eludiendo la pregunta respecto de una posible alianza de Juntos por el Cambio con el espacio del economista de derecha.
Solamente se separó con fuerza del albertismo y el kirchnerismo, aunque hizo un fuerte silencio respecto de Massa, sobre quien los entrevistadores no le consultaron: "Con los que cerraron las escuelas, abrieron las cárceles y se relacionan con Venezuela, Cuba y tuvieron actitudes ambiguas con Rusia en relación a la guerra yo no me voy a poner de acuerdo nunca. Con cristina, el kirchnerismo de hoy no, porque ven otro país".
Donde sí tiene definiciones más claras Larreta es respecto de su plan económico, aunque lo diga con eufemismos. Partiendo de un diagnóstico, declama un plan de reformas: “El país al final del mandato de Alberto lo veo con muchísima preocupación, tenemos un nivel de inflación que está cada día más alto, no veo que haya un plan para bajarlo, veo un nivel de pobreza que hoy está en un 40%, las perspectivas es que siga empeorando, no hay obras de infraestructura, no se está haciendo nada en términos de calidad educativa, las provincias sacan los exámenes, los chicos pueden terminar con no sé cuántas previas y pasan de año igual, todo eso va en contra”, sentenció con dureza.
Frente a ese diagnóstico, Larreta planteó la necesidad de que haya "un plan integral. No hay soluciones mágicas, hay que tener un plan para que Argentina crezca, si no crece no se genera trabajo, hay que promover la inversión con un sistema impositivo que dé fuerza a la inversión productiva. Hay que modernizar el sistema, hay que tener obsesión por generar trabajo y eso no sucede. Para mí la prioridad en el país tiene que ser generar trabajo”.
La "modernización" impositiva y laboral de la que habla Larreta, no es otra cosa que la continuidad de los planes que Macri dejó sin acabar en su Gobierno, y los mismos que están en carpeta en los planes del FMI para los próximos años.
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